Glorioso pasado de la ciudad y un futuro brillante, Praga nació con vocación de capitales - tanto política y cultural - y se mantuvo así durante siglos. El centro principal del reino de Bohemia y la primera capital del Sacro Imperio Romano a continuación, Praga dirigió el país con autoridad tanto en el período de la unidad después de la división con Eslovaquia. La posición estratégica ha colocado desde la antigüedad el centro de una red de intercambio de bienes e ideas que enriquecieron la ciudad, la creación de una cultura particular, mezcla inusual de diferentes instancias religiosas, filosóficas y artísticas. Praga es único pero con muchas caras diferentes y carácter fuerte, como lo demuestran sus barrios (Hradcany, Mala Strana, Stare Mesto, Nove Mesto) que se organizan alrededor del Moldava y que hasta finales de ciudades del siglo XVIII eran independientes entre sí. Praga es el hogar de artistas y obras de escenarios de lo más importante: pensar en Don Giovanni de Mozart o de Fausto o las historias de Franz Kafka. Praga es la ciudad del "socialismo con rostro humano" durante la guerra fría solamente fue detenido por los tanques rusos, pero también es el escenario de la "Revolución de Terciopelo", que sacó al país del comunismo y abrió con un movimiento de la libertad de las puertas de la ciudad.